Algunos días son difíciles de olvidar. Si tuviste un día lleno de momentos maravillosos, ese día se convierte en un recuerdo para toda la vida. Si tuviste un día lleno de problemas y momentos amargos, ese día también se convertirá en un recuerdo para toda la vida.
Afortunadamente, esos días son muy raros. Por lo general, nuestros días son una combinación de incidentes buenos y malos.
La única diferencia es que la mayoría de la gente está acostumbrada a enfocarse en aquellos eventos que los hacen sentir mal. Los tenemos en un compartimiento especial en la mente y parece que sentimos un “placer” extraño al recordarlos con frecuencia en reuniones que terminan siendo “competencias de adversidades” donde gana quien más ha sufrido.
Sé que interpretar a la víctima, ayuda a algunas personas a atraer más atención sobre ellas y, sí, quién no disfruta de los “15 minutos de fama” de vez en cuando. Continúe leyendo