Un buen amigo mío nació con una extraña condición que afectó su cuerpo. Era muy alto y su cabeza y sus manos eran más grandes en proporción con el resto de su cuerpo.
Había sufrido mucho durante su infancia porque los otros niños se burlaban de él y le llamaban nombres que herían profundamente su alma.
Tenía que acostumbrarse a la manera en que la gente le miraba en la calle ya las preguntas impertinentes de aquellos sin modales que nunca tocaban sus corazones antes de hacer comentarios duros sobre su apariencia.
De todos modos, él tiene una personalidad maravillosa. Él es muy amable y compasivo con cada ser vivo. Él siguió una carrera en la actuación y debido a su imagen, él consiguió papeles importantes en películas internacionales. Continúe leyendo