Recuerdo cuando solía ponerme muy nervioso cuando las cosas se ponían difíciles y no podía ver el final del túnel. Cuando los colores de la vida eran de la naturaleza más oscura y todo parecía estar condenado al fracaso. Me sentí perdido y aterrorizado.
Me llevó años de levantarme y caer de nuevo, de intentar y fracasar, de aprender y volver a aprender las mismas lecciones una y otra vez, para darme cuenta de que lo que viene a continuación podría no ser tan malo / terrible como parece al principio. Continúe leyendo